Durante el invierno, las bajas temperaturas unidas a la humedad ambiental, hacen que en ocasiones el secado de nuestros jabones se alargue tanto que nos haga perder la paciencia y hacer pruebas sin sentido que terminen por echar a perder nuestro preciado “tesoro” espumoso.
Hay muchos jaboneros que deciden parar su producción en invierno y aglutinar sus elaboraciones en el periodo más cálido del año, pero para eso hay que tener tiempo, una buena planificación, un lugar amplio de secado y bastantes materias primas disponibles, con el desembolso económico que eso puede suponer y del que no todas disponemos.
Para no dejar de elaborar jabones durante el invierno hay algunos “tips” que pueden ayudarte a mejorar el tiempo de secado y que te enumeramos según nuestro criterio por orden de mejor resultado:
1) AUMENTAR LA CONCENTRACIÓN. Generalmente cuando elaboramos jabón solemos utilizar una concentración del 28%, tanto si para calcular la cantidad de agua multiplicáis la sosa por 2,5 como si utilizáis la calculadora de saponificación de Mendrulandia, pues ese es el valor que se encuentra programado por defecto. Trabajar con concentraciones más altas en invierno (35-50%) hará que el proceso de secado se acelere, al tener menos agua sobrante que perder.
2) UTILIZAR UN DESHUMIDIFICADOR. Si tienes la suerte de contar con este tipo de aparatos, pueden ayudarte mucho a la hora de acelerar el proceso de secado de tus jabones. Conecta el deshumidificador en la habitación en la que tengas secando tu jabón y aparte de la humedad ambiental, se llevará parte de la humedad sobrante de tus elaboraciones.
3) NO USAR MOLDES DE SILICONA. Aunque este tipo de moldes son bien “apañaos” para que nuestros jabones queden lisos y sean fáciles de desmoldar, esta tarea se complica si tenemos un nivel de humedad alto, pues la silicona hace que nuestro jabón no pueda transpirar y por lo tanto retrasa el proceso de pérdida de agua sobrante.
4) CORTAR EL JABÓN EN PIEZAS PEQUEÑAS. Cortar nuestro jabón en piezas más pequeñas de lo que solemos hacerlo mejorará su proceso de secado al tener menos grosor y superficie que dar el aire.
5) ELABORAR EL JABÓN POR PROCESO EN CALIENTE. Con esta técnica se acelera tanto el tiempo de secado como el de curado propiamente dicho, la desventaja es que quedan jabones ligeramente más toscos que los elaborados por proceso en frío.
6) UTILIZAR LA TÉCNICA DEL REFUNDIDO. Si ya elaboraste tu jabón por proceso en frio y este no termina de secar como debería, puedes refundirlo y volverlo a enmoldar para ayudarle a que pierda el exceso de agua. Generalmente será necesario esperar otra semana más para que termine de endurecer. La desventaja es que si no se conoce bien la técnica es fácil que los jabones queden muy toscos y que se degraden las materias primas más sensibles que utilizaste en tu primera elaboración.
7) DARLE UN GOLPE DE CALOR. Nada más terminar de elaborar el jabón se puede meter en el horno, con un par de horas a unos 50º conseguirás que el jabón acelere su proceso de secado. Para nosotras no es la técnica más conveniente puesto que pueden degradar algunas de las materias primas con las que hayas elaborado tu jabón (aceites esenciales, aceites vegetales termolábiles u otros activos a los que les afecte el calor).